sábado, 10 de diciembre de 2011

Capitulo 3.

Después de mucho llanto, de hablar con la gente, de acoplarme a algunos círculos de amigos formados, y de asumir que me quedaba un año por delante en ese instituto, conseguí vencer a los problemas. Ya era feliz.
Mi relación con Álvaro iba cada vez a mejor. Incluso, había alguna que otra vez que hablaba conmigo por la calle. Cada día teníamos una conversación. Solo tenerle cerca, y ver como me sonreía, hacia que todo lo demás no importara...
Creo que va siendo hora de que conozcáis a Álvaro. Álvaro es el típico chico que a ninguna chica le gustaría tener como novio, pero que en verdad todas acaban por él. Yo, le saco por lo menos media cabeza, aunque eso no es ninguna novedad, con lo alta que soy... Todo le da igual. Para él lo mas importante es él. Y no le importa hacer daño a la gente, todo le hace gracia. Si, yo tampoco sé que he visto en él. Pero nosotros no elegimos de quien nos enamoramos.
Y entonces, un día de noviembre pasó. Cuando todo iba sobre ruedas, cuando todas mis amigas decían que Álvaro volvía a sentir algo por mi.
Yo estaba apoyada en la ventana, y pasó él. Le miré, le sonreí, como de costumbre. Solo que esta vez el no me devolvió la sonrisa. "Bah, serán sus juegos bipolares" pensé.
En el cambio de clase, iba yo tan tranquila en mi paseo hacia el baño, cuando Carlos me paró.
-Álvaro se va, a vivir a Madrid.
Le había escuchado, pero preferí ignorarlo. Pensé que si hacia ver que no había escuchado nada, el viento se llevaría las palabras.
Entré a clase, tan tranquila, como si los últimos cinco minutos jamás hubieran existido. Pero, ¿a quien pretendia engañar? Lo único que hacia era engañarme a mi misma, ocultarme una realidad que había tocado ya con la punta de los dedos. Pero, igual había sido una broma. Si, seguro. Una broma de mal gusto. Ya sabia como era Carlos...

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