viernes, 16 de diciembre de 2011

Capitulo 8.

Por primera vez en toda la semana, Sergio, se habia dignado a preguntarme que me pasaba.
-Hoy, problemas con la familia. Y lo de estos días ya lo sabes. O lo deberías suponer...
-¿Alvaro?
-SHHHHHHHHHHHHH. Si, Álvaro.- Susurré.
-Pues mira por ahi viene.
Venia con Manel, Carlos y Dani. Y venian hablando de una forma rara. Se pararon cerca nuestro. Hice ver que seguía hablando con Sergio, para poder escuchar lo que decían.
-¿Y ya te has matriculado en algún instituto?- preguntó Carlos.
-Si, pero no es instituto, instituto. Al igual estudio.-dijo él.
-¿Y cuando te van a dar las notas?-preguntó Manel.
-Me las dan mañana. El viernes ya paso de venir. Y mañana por la tarde creo que tampoco vendré.- dijo.
Miré a Sergio con cara de : "¿Se va ya? ¿Tan pronto?". El me dio una palmada en la espalda.
-Lo siento tia. Pero mira, igual te va bien. Asi alomejor te desenganchas de él antes de que se vaya a Madrid.
- Alomejor.
Ni de coña. ¿Como me iba a olvidar de una persona por la que llevaba enamorada un año y medio? Sergio estaba flipando si se creía que podia ser capaz.


Cuando sonó el timbre, bajé corriendo las escaleras y esperé en la esquina de la puerta del instituto a que mi madre pasara con el coche para ir a recoger a mi abuela.
Álvaro, para variar, ya había salido. Yo estaba atacada de los nervios, mordiendome las uñas y mirando a todos lados para ver si el coche de mi madre aparecia. Cuando mis ojos se pararon en él, me miró. Y me puso una de sus caras de asco, de superioridad. En aquel momento, me sentí la persona más estupida del mundo. ¿Yo pasando lo mal por él, y el todavia tenia el valor de despreciarme así? Le daba igual todo.


LLegamos al pueblo, recogimos a mi abuela, la dejamos en casa de mi tia y volvimos a casa. Se encontraba bien. Solo habia sido un pequeño susto. Mañana la llevarian al hospital. Hasta entonces no sabriamos nada de lo que le habia pasado.
Eran las 10 cuando llegamos, pero me puse el pijama y entré en la cama. Estos dias me lo estaban haciendo pasar muy mal. Habia caido en una depresión. Ya no tenía ganas de salir, ni de hablar, ni de sonreír... Y sobretodo, ya no comía. Como mucho al día comía un pequeño bocadillo. Y ya está. Si, que bien, perdería los quilillos que me sobraban, pero no era bueno para la salud. No era nada bueno.



Por la mañana salí 20 minutos antes de mi casa, para dar una vuelta antes de ir al instituto. Cogí mis cascos me puse uno, le di al play en la lista de reproducción "AURYN" y empezé a andar, sin rumbo.
Parecía que el destino, se queria vengar de mi por algo que habia hecho en la vida pasada, porque, me cogió del brazo. Álvaro, no el destino. No podía huir de él.
-¿Que haces tu por aqui tan pronto?- me dijo.
¿Ahora si que me hablas no idiota? Ahora si. Pensé.
-Nada.- contesté, realmente borde, sin mirarle. Y me puse el otro casco, para ver si así se iba y me dejaba en paz.
- ¿Me parece que alguien se ha levantado un poquito borde esta mañana, no?
Hice como si nada. Me quitó uno de los cascos.
-¿Que coño haces?- le grité.
-Que digo que me parece que alguien se ha levantado hoy borde y cabreada con el mundo ¿no?
-Ya te he oído la primera vez gilipollas. Lo que pasa que te estaba ignorando. Y no estoy borde con el mundo, lo estoy contigo. ¿Te enteras?
Me miró con su cara de indiferencia. Y hizo el gesto de " no em importa lo que digas o hagas".
-Que digas lo que quieras eres una borde. Vete a la mierda. No te he hecho nada.
-¿Que no me has hecho nada? ¿ Y la cara de asco de ayer que? ¿La he soñado? ¿Y todo lo que yo te quiero y todo lo que hago por ti, y tu el daño que me haces no importa?- vale. Esto último no lo dije. Solo lo pensé. Y salí corriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario