lunes, 9 de enero de 2012

Capitulo 20.

Otra mañana más. Otra vez que no me quería levantar. Y eso hice. Lo había decidido, esa mañana no iría al instituto.

-Paula, ya te estás levantando.
-Mamá, me encuentro mal ¿vale? Tengo unas ganas increíbles de vomitar, y me duele muchísimo la cabeza.
-No me vengas con cuentos.
-Mamá, dejame descansar un rato, cuando despierte te prometo que voy al instituto, pero que estoy muy mal.
-No tienes remedio.

Bien. Me quedaría toda la mañana durmiendo, y por la tarde iría a clases, que tocaba inglés especial, de estas clases, donde nos ponían series y música.



Al mediodía cuando estaba vistiendome para irme hacia el insti, picaron. Fuí a mirar quien era.

-¿Laia?
-Abre corre, tengo que contarte algo, antes de llegar.
-Sube.

Subió corriendo.

-¿Qué pasa tía?
-¿Porqué no has venido esta mañana? Bueno da igual, tía, que se ha liado.
-¿Se ha liado, el qué?
-En la puerta. Y que luego a las cinco se va a liar mas tía.

Hablaba muy rápido y yo no me enteraba de nada.

-A ver Laia, no me entero, sientate y cuentame.
-Esta mañana, ha venido Álvaro a la puerta del insti.
-Ya, como siempre hace ¿no? Para fumar con los "co-le-gas". ¿Qué hay de raro?
-Si me dejas seguir te lo digo. Bien, entonces han llegado Dani y estos, le han saludado y pretendian bajar a la esquina a fumar y cuando estaban a punto de bajar ha llegado Pablo, a cogido a Álvaro y le ha dicho que tenía que hablar con él en ese momento.
-¿Pablo? Joder, no me digas que es lo que estoy pensando por favor.
-Imagina...Total que Álvaro le ha dicho que si.
-Pero ¿sabes de que han hablado?
-Pretendía que llegases y se lo preguntaras a Pablo, pero como no has venido, se lo he ido a preguntar.
-¿Y?
-No me lo ha contado.
-Joder Laia, entonces ¿que me estás contando? ¿A qué viene esto?
-Pues que ha venido Carlos a contarmelo.
-PUES CUENTAMELO YA.

No soportaba a Laia cuando se tomaba todo el tiempo del mundo para contar alguna noticia.

-Se ve que Pablo le ha dicho que era un imbécil. Que no tenía derecho a hacerte tanto daño, que no sabía valorar lo que tenía delante. Que quien coño se creia que era para ir diciendo que Pablo y tu estábais juntos. Que porque había vuelto, y se había juntado con Judit, queriendote a ti. Entonces Álvaro, que ya sabes que le tiene ganas, y que solo le faltaba un motivo para pegarle, le ha picado. Le ha dicho: "Si está enamorada de mi, y no de ti, no és mi culpa friky". Y Pablo ha saltado, le ha dicho que era un fracasado, que no iba a llegar ni  a los 20, que se moríria de tantas mierdas que se mete, o simplemente de hambre, porque ni sus padres le aguantan.

Yo estaba con el corazón en un puño. No me podía creer lo que estaba oyendo.

-Y Álvaro le ha dicho que a las cinco se iba a enterar, que iba a traer a toda su panda de amigos y le iban a pegar. -acabó Laia.

No dije nada.

-Paula, ¿piensas decir algo?
-Es que... Estoy esperando a que me digas que todo esto es una broma.
-Pues sientante, y espera mejor así, porque no lo es.
-Laia, tenemos que ir al insti ya. Tengo que hablar con Pablo. Bueno, gritarle. ¿Para qué le dice nada, joder?
-Lo ha hecho por ti. Alguien tenía que decirle algo a ese imbécil.
-Si, yo. Y ya se lo dije ayer, pero ¿para que se mete él? Joder, no quiero que tenga problemas. Y encima le toca el tema de sus padres, con lo que a Álvaro le duele.
-Bueno tu tranquila.
-¿Tranquila? ¿Tranquila? Ya sabes como son los niñatos estos que van con Álvaro. No puedo estar tranquila.


Salimos corriendo, bueno, corriendo es relativo, porque Laia es la persona mas lenta que conozco, de camino al instituto.

En una de las calles me encontré con Mónica. Nunca había hablado con ella. Me caía mal, de primera impresión. Era una chica bien mona, y lo sabía, y por eso miraba a las demás con superioridad. Mónica era una de las mejores amigas de Álvaro. Yo, que no era consciente de mis actos, y simplemente quería que a las cinco no pasara nada, le fui a hablar.

-¿Mónica?
-Paula, ¿que se supone que haces?-dijo Laia. Pero no le hice caso, le dije que se fuera hacia el instituto, que yo iría solo a la última hora y me acerqué a Mónica.
-Mónica.-le dije- ¿Puedo hablar contigo?
-Em. ¿Si?- se extrañó Mónica.

Le conté por encima la historia.

-Vale, ¿y porque me lo cuentas?
-Porque tu eres la mejor amiga de Álvaro, habla con él. Convencele de que dejen en paz a Pablo, por favor.
-¿Te crees que me va a hacer caso?
-¿Puedes intentarlo?
-Vale. Ahora voy a ver si lo encuentro por su calle y se lo digo.
-¿Si?
-Si... Tengo una idea, acompañame.
-¿Que te acompañe? ¿Estás loca? Ni de coña me acerco yo a Álvaro.
-¿Y porque no? Las dos le haremos entrar en razón. ¿Vienes o no?
-No.
-Pues entonces no te garantizo que le convenza.

Que cabrona. ¿En serio me iba a hacer ir?

-Está bien, voy contigo.

Se levantó del banco en el que estaba sentada.

-Ahí vive David-era el novio de Mónica.- voy a preguntarle si sabe donde se ha metido, espera aquí.

Volvió a los dos minutos.

-Está en su casa. Vamos para allá.
-¿Vamos a subir?
-Que quieres, ¿hablar con el vía el telefonillo?-dijo sacrcásticamente.
-Pero Mónica, no me va a dejar subir.
-Ya.
-¿Entonces?
-No va a saber que subes.-me guiñó el ojo y comenzó a andar hacia casa de Álvaro.
-Que chica tan rara. - pensé.-Pero que maja.

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