jueves, 26 de enero de 2012

Capitulo 26.



Cuando llegó Amparo a casa, Eric le puso al día. Le dijo que yo me iba a quedar a dormir una semana. No hizo preguntas. Se metió en su habitación, eso si, antes se paró frente a la puerta de la habitación de Álvaro y miró alrededor.

Eric se metió en el cuarto de su madre.

-Mama, ¿no vas a cenar nada?
-No tengo hambre. Si Paula y tu queréis algo, ir a por algo fuera. Hay dinero en la despensa.
-¿Segura?
-Si. Pasarlo bien.
-Vale... Buenas noches.-dijo dandole un beso en la frente.

Eric salió de la habitación.

-Paula, ¿quieres cenar?
-No.
-Llevas todo el día sin comer nada, vamos, tienes que comer algo.
-Bueno...
-Coge un abrigo y salimos.

Eso hice. No se si era la noche, o es que era yo, pero esa noche hacía mucho mas frío de lo normal, y el viento parecía que susurraba cosas.

-Ahí, calle arriba, hay un telepizza. ¿Te hace?

Asentí. Me daba igual. No tenía hambre.

Entramos y pedimos. 15 minutos, nos dijo la chica. Salimos fuera.

-¿Eric?-preguntó un chico acercándose a nosotros.
-Fran, tío, ¿que tal?
-Aquí, voy a buscar a Evelyn, que me la llevo a cenar.-me miró.-¿Y tu?
-Es Paula.
-Hola.
-Hola, guapa.

En ese momento empezó a sonrame el móvil. Le hice a Eric el gesto de que me alejaba para cogerlo y el se fué a hablar con Fran.

-Hola Laia.
-Paula tía, ¿que ha pasado? No me has llamado. ¿Que te ha dicho el tonto?

Mierda. Es verdad. Solo la familia y yo sabíamos lo ocurrido con Alvaro. Quizá mañana salia en las noticias, pero no creo que nadie se enterase del nombre.

-¿Paula?  ¿Sigues ahí?
-Si..
-¿Que quería?
-Em...
-QUE ME CUENTES.
-Está muerto.-solté. ¿Como había podido soltarlo así? Me sentía fatal.
-¿Que?
-Laia, ya me has oído ¿vale? No me lo hagas repetir.
-¿Has dicho, que está muerto? ¿Pero como joder? ¿Como?
-Laia, no puedo hablar ahora. Adiós.

Colgué y eché a llorar.

-¿Paula, que pasa?-vino corriendo Eric en cuanto me vio. Fran se alejaba.
-Ya lo he contado. Por primera vez.
-¿Alvaro?
-Si... ¿Como vamos a poder decirlo? ¿Como sin romper a llorar? La gente tiene derecho a saberlo Eric. La gente se enterará.

Agachó la cabeza.

-Se me ha ido el hambre. Coge tu la pizza si quieres.
-LO SIENTO.-grité al ver como se marchaba.

Genial. La había vuelto a cagar.

Empecé a perseguir a Eric pero el iba mas rápido. Cuando llegué a la puerta de su casa él ya había subido. Pensé en no molestarle, y si picaba igual despertaba a su madre, que, necesitaba descansar. Decidí irme a casa de Laia, y le mandé un mensaje a Eric, para que no se preocupase, y diciendo que lo sentía.

Me dirigí hacia casa de Laia, pero, cambié de opinión en cuanto me paré frente a su puerta. No queria subir. No queria verla. No queria ver a nadie. Tal vez iba siendo hora de dejar de lado todo, tal vez debia volver a casa, dejar toda esta actitud que estaba teniendo.

Llegué a casa. Piqué. Mi madre me abrió y me abrazó. Hacia tiempo que no me abrazaba así, desde que las peleas que tenia yo con mi padre, habian pasado a un grado mas fuerte. Odiaba a mi padre.

-Mamá.-le dije.
-Dime.
-Me quiero ir de aquí. Quiero irme con la yaya. Por un tiempo. Quiero acabar allí el curso. Pasado el verano volveré. Por favor. Dejame ir.
-Pero, solo queda medio curso, Paula. ¿Porque no esperas al verano? 6 meses.
-No puedo esperar seis meses mas. Necesito irme. Por favor.-pedí interrumpiendola.
-Está bien. Mañana vamos para allí y buscaré algún instituto en el que puedas matricularte.
-Mamá, Laura, mi amiga de allí, su madre trabaja en el instituto. Seguro que puede meterme.
-No vamos a meter en compromisos a la gente.
-¿Y porqué no? Se supone que tenemos que ser empáticos con la gente ¿no? Que lo sea también la gente conmigo. Porque nunca nadie lo ha sido.
-No sé Paula. Ya hablaremos. Vamos a dormir.

Y así fué. Me fui a dormir. Sin saber, que a partir de ahí, mi vida iba a cambiar.

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